jueves, 30 de junio de 2011

Crónicas de Transilvania.

Capítulo V.
Diario de Markus Hass.


1 de Agosto del año de Nuestro Señor 1493.
Venecia.
Venecia, la Becchia Italia. Territorio indiscutido de los LaSombra y primera escala de nuestro viaje marítimo. Hasta el momento el mar ha sido toda una amenaza y mi recién adquirida claustrofobia es puesta a prueba por la estrechez de nuestro barco, toda una pesadilla de madera. Al menos sé que este ataúd no va a durarme ochenta años.
Venecia.

Mientras Leda duerme, Gerome y yo bajamos a estirar las piernas y como bien sugieren las buenas costumbres, nos presentamos ante el príncipe. Mi compañero de Clan no se anda con aspavientos de corte Ventrue y nos recibe rápidamente. Tras saludarnos y realizar las presentaciones adecuadas nos exige que sin mayor vacilación expresemos nuestras lealtades. Nos advierte que cualquier respuesta que no sea “Anarquista” o “Camarilla” acabará con nuestros viejos huesos estacados en el tejado de su palacio para ver el amanecer. No dudo ni por un instante de que sabe quién soy y sé que no hay nada que ocultar. “Anarquista hermano. Mi causa está con los que persiguen a los Antediluvianos”. Una mirada breve a Gerome me muestra al Padre pensativo. Y entonces, su valor se muestra de nuevo desafiando al príncipe en mitad de su corte: “Mi causa de momento no está decidida”. Por un momento temo que el Príncipe de Venecia nos haga rodajas pero al instante estalla en carcajadas y alaba el valor de mi compañero. “¿Así que no te has decidido todavía eh?”. Con una media sonrisa nos despide y nos desea buen viaje. Todavía algo nervioso salimos del palacio. Nuevamente Gerome demuestra ser digno de todo respeto…

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