Capítulo V.
Diario de Markus Hass.
14 de Julio del año de Nuestro Señor 1493.
Constantinopla.
Por fin hemos llegado a Constantinopla. El camino ha sido tan duro como siempre, el barro y la lluvia nuestros únicos compañeros de viaje. Pasamos por Metaxades a petición de la Dama Leda pero lo que allí vio no creo que la complaciera. No sé muy bien que buscaba pero espero que valiera la pena el pequeño rodeo. Grande es el cambio operado en Leda, cada vez lo veo más claro. La herida que le inflingió Mircea debió de ser severa pero al menos parece haberla acercado más a la dura realidad.
Constantinopla. |
En Constantinopla nos encontramos con Myca Vykos. Se extraña de verme “vivo” y añade por lo bajo “Preocupante…” Hummm. ¿Preocupante el qué, demonio? ¿Qué siga vivo? ¿Qué un diabolista de príncipes Ventrue te pueda disputar el liderazgo de los sanguinarios anarquistas? ¿Qué amenaza ves en mí que ni yo conozco? De nuevo el Demonio erudito parece cruzarse en mi camino y de nuevo con su mejor sonrisa, nos acoge como a perros abandonados por su amo. El Padre Gerome ya comentó lo sospechoso de nuestras “coincidencias” con el Tzimisce y estoy de acuerdo con él por lo que cuando nos cuenta sus planes no puede sino sentir de nuevo el escalofrío del metal de una puñalada a punto de caer sobre mi espalda. Vykos afirma que debe dirigirse ante el cónclave para rechazar cualquier yugo que traten de imponer sobre los anarquistas. Debatirá con ellos y dejará clara la postura de los chiquillos frente a cualquier imposición externa.
Myca Vykos. |
Cinco minutos de cháchara vacía más tarde, nos abandona sonriente y por un segundo me surgen dudas. ¿Realmente miente tan bien Vykos o simplemente es estúpido?
Nadie con dos dedos de frente puede pensar que el cónclave sea un debate sino una declaración de intenciones. Es una unión de antiguos en la que los anarquistas serán devueltos a su lugar y creer que se puede disuadir verbalmente a esa llamada Camarilla es de ingenuos. Así que dado que Vykos es cualquier cosa menos estúpido algo ocurre que no se nos cuenta. Abandonamos a nuestro anfitrión sin que pueda quitarme la agenda oculta de Vykos de la cabeza. Lo consulto con el Padre Gerome en privado y parece estar de acuerdo conmigo, algo raro se cuece, sólo espero que no seamos nosotros.
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