Capítulo I.
Diario de Markus Hass.
Día 20 de Diciembre de 1198.
Paso de Tihuta, Transilvania.
Hemos acabado el primer piso del castillo. La última piedra se ha puesto cuatro horas antes de que llegara Mircea acompañado de nuestros sires. Nos han dado la enhorabuena y han visitado la zona. Cada uno hemos tenido una reunión con nuestro sire y cuando nos hemos vuelto a reunir nos hemos llevado una sorpresa. Mircea exigía que le entregáramos el sello de oro. Un sello cuya existencia no debería conocer. Después de serle entregado le ha dado unas palmaditas a Alexandru. Esa rata nos ha vendido por quedar bien con su sire y con Mircea. Luego ha alegado que está vinculado a su sire y que ha tenido que contárselo pero me parece que ha querido asegurarse la mejor parte del pastel.
Poco después nos hemos reunido de nuevo y Mircea y nuestros sires nos han otorgado lo prometido. A cada miembro del grupo se le ha dado a elegir un principado y como último pago por semejante recompensa nuestros sires nos han dado de beber otro vaso de su sangre. Leda se ha quedado Timisoara (el dominio más pequeño), Gerome se ha decantado por Balgrad por su famosa biblioteca y Alexandru y Shul querían el control del ejército de Shaasburg. Para evitar problemas me he decantado por Kronstadt, ciudad de grandes recursos comerciales y cercana a una fortaleza teutónica. Su control sobre las rutas que van hacia el sur espero que me reporte buenas rentas. Mircea ha entregado Shaasburg a Alexandru en pago por su traición y Shul ha tenido que quedarse con el castillo sin acabar del Paso de Tihuta, prometiendo Mircea que si lo acaba correctamente puede gobernarlo en su nombre. ¡Qué menos!
Tras despedirme de mis compañeros, de mi sire y de Mircea parto de inmediato ansioso por dejar atrás el maldito paso de Tihuta. Sin duda no estaré cómodo hasta haber asentado mi control sobre el premio…
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