Crónicas de Transilvania

Capítulo I.

Diario de Sir Markus Hass.

24 de Mayo de 1198.

Paso de Tihuta, Transilvania.

Zelios ha acabado los planos. Ha venido a mostrarnos como quedará el castillo y ha ocurrido algo increíble. Nos hemos ido pasando el plano pero cuando ha llegado a las manos de la Malkavian el plano ha empezado a humear y Leda ha sufrido una especie de posesión demoníaca comenzando a recitar una especie de amenaza de ultratumba: "Los muros no sirven contra lo que duerme en las entrañas de la tierra". El cielo se ha encapotado de inmediato y han caído rayos muy cerca mientras un vendaval furibundo azotaba el campamento. Fuera quien fuera el que hablara a través de la vidente ha dejado claro que debíamos de abandonar nuestro intento de construir la fortificación o tendríamos la más horrible de las muertes. Lo curioso es que mientras que yo he oído el mensaje en húngaro, el Padre Gerome lo ha oído en francés, Shul en rumano y Alexandru en latín. Da que pensar…

Cuando Leda ha dejado de recitar ha gritado de dolor y ha soltado el plano que ha quedado chamuscado por donde lo sujetaba. Afirma que la tierra se la ha tragado y que ha descendido a través del suelo hasta una zona muy profunda. Una vez allí se sentía atrapada por una especie de barrotes místicos pero cuando se ha visto las manos no eran las suyas, eran las manos de un demonio. Estaba encerrada en la tierra y Gerome ha deducido que por un momento ha intercambiado su posición con el mismísimo demonio Kupala. Cuando ha intentado salir ha agarrado los barrotes místicos que le retienen y le ha quemado las manos. Tras hablarlo en profundidad con Zelios dilucidamos que son los castillos del Nosferatu los que están atrapando al demonio evitando así que escape. 

Lo que Leda vio.

La opinión del grupo se divide entre si debemos acabar la construcción o no y finalmente Zelios convence a los indecisos: el castillo debe ser acabado. Por primera vez en un mes, Leda parece haberse ganado su lugar en la expedición.